Hoy fue un día intenso. Nos levantamos por la mañana para recorrernos toda la ciudad a pie. De lo que habíamos leído en Lonely Planet, la mayoría de los monumentos interesantes se podía ver sin necesidad de pillar transporte. Y así fue.
Empezamos con el Palacio Real. Entrada 6$/persona. Hay que saber que no se pueden visitar todas las zonas ya que el rey vive ahí con lo cual, no te dejaran entrar para que le veas salir del baño y tampoco para que le estrecharas la mano. 😉
Una vez dentro, te sorprenderá la cantidad de espacios verdes que hay y lo bien que están cuidados…pero bueno…el la casa real, es normal. Aquí es donde mejor se plasma la diferencia de clases – aquí todo luce, todo es brillo y perfección. En cambio sales a la calle y te encuentras con la dura realidad. Esta gente de fuera duerme en hamacas en la calle y come en las aceras. (No digo que todos sean así, pero os aseguro que no pueden ni pensar en acercarse al lujo – quizá alguno que consigue un trabajo de podador en el Palacio – sería lo máximo).

Niño durmiendo en la calle – Phnom Penh (Camboya)
Para no alargar más esta historia, os voy a decir que está bien el palacio, pero no me ha sorprendido. Le doy un 2 en TripAdvisor…pero esto ya es subjetivo. Dependo lo que busque cada uno.
El Museo Nacional
De aquí, nos fuimos al lado, al Museo Nacional. Entrada 5$ + 5$ si quieres audio guía. Pillamos uno, pero ha de decir que eran mucho más interesantes las charlas de los guías que iban con grupos de turistas que lo que decía esa maquinilla. Era casi todo música y explicaciones tipo “tiene 8 manos, los ojos abiertos, pendientes, 2 collares y está de pie.” – ya, ya lo veo pero quiero que me digas el significado, la historia de esta estatua. Nada. Tirar el dinero.
Eso sí, el jardín interior es muy bonito 😛

Museo Nacional de Phnom Penh – Camboya
A mediodía fuimos a comer a David´s, que está al lado del museo. Un restaurante local (aunque el nombre no lo diga) donde hacen los noodles “en vivo”. Un local no muy bien cuidado, el servicio…decente, pero se veía que no tenían muchas ganas y la comida…bien. Creo que está un poco sobrevalorado en TripAdvisor. Si, ya veis que Trip es nuestro guía en cuanto a restaurantes.
De ahí, intenté negociarle a uno con el tuk-tuk para que nos llevase a la cárcel Tuol Sleng por 1$ (ya sé que soy tacaño pero casi siempre es más por orgullo que por la pasta) pero no he conseguido así que poco a poco a pie. Pasamos por el hotel a darnos un baño en la piscina…sí, aquí teníamos piscina :P, y luego seguimos.
Entrada 3$+3$ audio guía. Os tengo que decir que ha sido una de las mejores experiencias. Te pones el casco y el tío (encima un camboyano con buen inglés) te dice como tienes que hacer la ruta y te va llevando por cada habitación/celda y te explica cada detalle de cada foto. Es una experiencia impactante…aprendes una historia muy dura del pasado relativamente reciente de un país que todavía tiene a la vista la cicatriz que dejó un enemigo tan cruel que lo puedes poner a la “altura” de Hitler.
Ahhh…también tienes audio guía en español 😉
Son poco más de 2 horas en las que notas como tu sangre empieza a hervir de nervios y dolor. Te quedas atónito ante lo que el ser humano es capaz de hacer. Tienes ganas de volver al pasado y hacerle al Pol Pot lo mismo que él les hacia a esa gente y sobre todo a los intelectuales. Vamos, se los pulió a todos. Derrumbo todos los bancos, escuelas….TODO lo que tenía que ver con la educación. Quería un país de tontos! ¿Os suena? Pues sí…hoy en día sigue habiendo algún país que va en esta dirección…
No pensábamos que la visita durase tanto así que no pudimos ver la película de 50 minutos que presenta la historia de amor entre una chica normal y un cargo del ejercito, que al final acaban igual que todos los que pasaron por la S-21. Ya sabrás luego de que hablo si la visitarás. 😉 La peli la ponen 2 veces al día…sobre las 10 de la mañana y a las 15:50.
- «Habitación» en la cárcel S21 de Phnom Penh
Tras esta visita, hemos vuelto al hotel andando por las calles y parando para tomar alguna cerveza. Cenamos en el restaurante Feliz :))), donde el staff – impecable. Hasta nos quedamos hablando con un camarero, un chico de 28 años que nos transmitió el disgusto que tiene por el gobierno – el mismo primer ministro desde hace 30 años…y le quedarán unos 12 más.
Ahora toca volver a Vietnam. Tenemos bus a las 11 de la mañana y nos esperan unas 7 horas de vrum-vrum…más lo que nos tendrán parados en la frontera :))
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